Dejó
sus estudios de canto lírico cuando
ya cursaba el 4to año para aceptar
una invitación a participar como corista
en el Conjunto Rincón Morales. El maravilloso
mundo de la gaita la tomó para sí
convirtiéndose en una de sus voces
más cantarinas y sonoras.
Betty también ha tenido la oportunidad
de ser solista y corista de Guaco, Los Tropicales,
Los Fabulosos, Avalancha Gaitera, Selección
82, El Show de la Gaita, Mamaota y su familia
gaitera, La Comba, Parranda Gaitera y Las
Sensacionales.
Junto
al tenor favorito de Venezuela, Alfredo Sánchez
Luna, Alfredo Sadel, tuvo el privilegio de
entonar piezas de grandes compositores de
música clásica y académica
en escenarios de nuestro país y en
famosos teatros extranjeros. Betty nos ha
demostrado que todo lo que se propone lo logra.
Hasta luchar contra el cáncer. Enfermedad
que tocó a su puerta en 1994. Desde
entonces sigue recibiendo del Dios Padre incontables
pruebas de amor y de fe. “El testimonio
de amor “, frase con la que ella describe
este episodio, le cambió totalmente
la vida.
La
oración, los médicos, su familia,
los gaiteros y amigos fueron su soporte. Hoy
en día la vemos y escuchamos cantar
en cualquier iglesia católica himnos
de alabanzas que nos demuestran la fortaleza
espiritual que la acompaña.
Cierra
sus ojos y se aferra a la imagen de Jesús
en la Cruz o al rostro de la Virgen Madre,
y así llega hasta ellos en un encuentro
musical indescriptible. Una vez más
Betty te ratifico mi amistad y admiración.
Tú eres una estupenda maestra de la
locución.