Astolfo Romero
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Hasta
el último día de su vida, 20 de mayo del año
2000, se encargó de propagar la extraordinaria herencia
adquirida en el seno de su hogar materno. Con humildad y sencillez
encamino a sus hijos por los senderos del amor, el estudio,
la rectitud y solidaridad.
A los seguidores de su obra les ofrendó un centenar
de composiciones grabadas por célebres divisas gaiteras
como Santanita, Cardenales del Éxito, Universidad de
la Gaita, Gaiteros de Pillopo, Gran Coquivacoa, Koquimba,
La Parranda Gaitera, Amor y Gaita, Maragaita, Los Colosales,
Chiquinquireños y otros grupos de música popular
venezolana que ha tenido el privilegio de inmortalizar su
talento e inventiva.
A casi diez años de su inesperado adiós, su
inconfundible voz, sigue retumbando a través de las
estaciones de Radio y de TV. Con su nombre se distingue una
plaza ubicada en la zona norte de la ciudad de Maracaibo,
su tierra natal, y en el 2003 fue designado presidente Honoris
Causa “Post-mortem” de la Fundación para
la Academia de la Gaita Ricardo Aguirre del Estado Zulia (FUNDAGRAEZ).
Para dignificar sus huellas se realizan festivales y homenajes
y su ejemplo y obra es seguida por cientos de niños
y jóvenes de todo el país ansiosos de convertirse
en gaiteros integrales y altamente competitivos como lo fue
El parroquiano.
El venidero lunes evocamos aquel mediodía del 8 de
febrero del año 1950 cuando su adorada madre, Cira
Elena Chacín, con la magnanimidad de Dios le permite
abrir sus ojos por vez primera a la luz del esplendente sol
marabino… Astolfo Romero… el siempre recordado
Parroquiano estuviese apagando este 8 de febrero 60 velitas.
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