Yo
lo conocí por el año de 1.965, cuando él
integraba estelarmente al conjunto gaitero "Los Compadres
del Éxito" en la población de Bachaquero,
específicamente, en el campo petrolero "Progreso",
mientras estuve viviendo una temporada en la casa de mi
tía Ana Stael y Heberto Añez. Enrique vivía
casi al fondo de la casa, y en esa época, ya saboreaba
su gran popularidad con una gaita compuesta y cantado
por él mismo llamada "Los Patinadores".
Compartía
su actividad gaitera con su trabajo en la compañía
Shell de Venezuela. Precedido de ese logro se vino a Maracaibo
tentado por el "Negro" Nestor Rincón,
del conjunto gaitero Rincón Morales, agrupación
que gozaba, para esa época, de un inmenso y bien
ganado prestigio a nivel nacional. Al aceptar trabajar
para ellos se inició una cadena de triunfos, marcados
con temas adornados con la pluma del insigne compositor
gaitero Luis Ferrer, en un estilo novedoso e inconfundible.
En cada gaita iba un sentimiento de la mano, con una letra
profunda y una música poderosa, que hacían
de la misma y con la voz inimitable de Enrique, toda una
poesía gaitera que empalagaba de placer a todo
el que la escuchaba.
Enrique
Gotera se convirtió inmediatamente en un ídolo
y solista "fuera de serie", pues en cada gaita
que participaba había la garantía marcada
de un éxito seguro y esto sucedía, en cada
nueva temporada. Había un programa, que dirigía
muy acertadamente el Dr. Octavio Urdaneta, por la emisora
Radio Mara a las 4 PM, que tenía una sintonía
total a esa hora de la tarde. Sus críticas eran
a veces mordaces y atrevidas pero eran compartidas por
casi todos los gaiteros y significaba el punto de partida
de las más diversas promociones a nivel regional
y nacional. Los comentarios de este distinguido locutor
eran como sentencias y tenían gran influencia entre
ellos.
Ya
para el año de 1967, el Dr. Urdaneta había
bautizado a Ricardo Aguirre González como "El
Monumental de la Gaita", con una solemnidad tal,
que inmediatamente fue aceptado en todo el ámbito
gaitero. El popular locutor era un ferviente admirador
del conjunto gaitero "Los Compadres del Éxito"
y de la agrupación "Rincón Morales",
razón por la cuál mantenía en detalle
un seguimiento a la trayectoria de Enrique Gotera y por
eso, en su momento crucial, lo bautizó como "EL
Fabuloso de la Gaita", quedando así retratado
como uno de los personajes gaiteros más importante
de Venezuela. Su carisma y ángel lo han acompañado
siempre y la mayoría de las gaitas que interpretó
se han constituido a través del tiempo, en clásicos
de la gaita zuliana.
La
unión con el compositor Luis Ferrer, hoy fallecido,
resultó tan exitosa como productiva, pues cada
gaita que interpretaba con esa fuerza emotiva llegaba
al público con una facilidad increíble.
El éxito alcanzado por este súper solista
rozaba las fibras de todos los gaiteros que, de alguna
manera, estaban en su entorno o dentro del ambiente. Particularmente
yo, como compositor, deseaba que me interpretara una de
mis gaitas, lo cuál era muy lógico pensar
porque lo consideraba un privilegio y un honor.
Pensando
en lo mismo, compuse una gaita que consideré se
acercaba a su estilo y busqué la forma de llegar
hasta él y aunque no tenía ese gran acceso,
pues apenas contaba con 23 años de edad, tuve una
oportunidad para ello y como era de esperarse, Enrique
me atendió muy a la ligera ya que sus compromisos
lo acaparaban, amén de que se codeaba con la más
alta élite gaitera junto al conjunto Rincón
Morales. Tocaban en los sitios de más reputación
y prestigio de la ciudad, más sin embargo, mientras
cumplían un compromiso en la Fuente de Soda Los
Alisios, situada en la zona de 5 de Julio, lo abordé
con la mayor humildad para proponerle el tema. Lo leyó
y apenas levantó la vista para expresarme que estaba
bien. Este fue el momento más cercano que tuve
para que me interpretara una de mis gaitas y aunque representó
un desaire en ese momento, no me afectó tanto porque
yo estaba consciente de que mi estilo era un poco extravagante
y muy irreverente con la rima. La gaita decía así:
LA VIDA ME HA ENSEÑADO A TENER FE
A SER BUEN GAITERO
CREER SOLAMENTE
EN LO QUE VEO Y NADA MÁS
Y LO QUE ESTOY VIENDO
ES QUE LA GAITA
ES LO MÁS HERMOSO PARA MI
DESPUES DE MI CHINA.
Luego continuaba el estribillo:
DONDE RECOGES
UN MANANTIAL
DE INGENIO Y CLASE
DE LOS GAITEROS
DONDE SE BAÑAN
PROSAS DE LINDOS VERSOS
ES MARACAIBO
LO MAS BONITO
EL MISMO UNIVERSO
Como
verán, no era una gaita que guardaba sintonía
con las que normalmente él grababa, pero por alguna
razón, yo creía que quizás podría
tener cierta aceptación en su voz. Fue muy evidente
e indudable su indiferencia ya que no le "paró"
a la gaita, pero de verdad no me desanimé. Tan
solo esperaba el día en que pudiera conectarme,
de alguna manera, a su vida gaitera.
Al
entrar al flamante mundo de los Zagalines, se me ocurrió
la idea de rendirle un homenaje a Enrique Gotera a través
de una gaita y escogí para que la interpretara
a Luis Germán Briceño, "el Catire Machete",
quien para ese momento dominaba con excelencia la técnica
expresiva de la gaita profunda. Ahora bien, por razones
muy obvias, cuando la llevamos al acetato no quise que
apareciera mi nombre en los créditos y en lugar
de ello, colocamos derechos en deposito, ponderando, una
vez más, una posición de humildad y discreción
porque no quería que se viera como un ventajismo
de mi parte dado que en el programa "Monitor Gaitero",
liderado por el Dr. Octavio Urdaneta, se promocionaba
al Fabuloso Enrique Gotera por todo lo alto pero, sin
embargo, no pasó desapercibida mi autoría
porque habían doce temas de los cuales once eran
de Ramón Rincón, y solo uno, "El Fabuloso",decía
derechos en depósito lo cuál obviamente
me delataba como productor musical. El estribillo decía
así:
"NACIÓ
EL FABULOSO
DE NUESTRA GAITA POPULAR
Y SU VOZ MATIZA
UN GRAN SENTIMIENTO,
PUES SU CANTAR
ES PARA TODO UN PUEBLO
ES PARA LA CHINITA
ES SIEMPRE PARA ALGO GRANDE
POR ESO ES GRANDE GOTERITA."
Al
llegar el disco a las emisoras el tema promocional fue
"El Catire Machete", interpretado por Luis Germán
Briceño, pero en el programa de Octavio Urdaneta,
"Monitor Gaitero", el tema del "Fabuloso"
fue explícitamente comentado y detallado. Tan solo
esperaba una oportunidad para coincidir una actuación
de los Zagalines con el conjunto Rincón Morales,
para ofrendarle a Enrique Gotera mediante un encuentro
con mi gaita, ese homenaje tan sincero y bonito que siempre
había deseado obsequiarle a ese importante personaje
de la gaita zuliana. Mientras tanto siempre estaba muy
pendiente de lo que acontecía en el ambiente gaitero,
frecuentando La Cervecería 5 de Julio, sitio por
excelencia donde convergíamos todos los gaiteros,
o casi todos, para establecer vínculos y para enterarnos
de los últimos acontecimientos gaiteros, así
como también para avanzar con las promociones.
En
mi mente maduraba la idea de presentar al grupo infantil
en la Cervecería y siempre se lo insinuaba al Sr.
Jesús Medina, así que en una oportunidad,
consideré, que ya era el momento de presentar el
proyecto de Los Zagalines a nivel de otro público
y luego de varias negativas, por parte del dueño
del local, logré convencerlo y conseguí
una actuación de los chicos en un momento en que,
coincidencialmente, el conjunto Rincón Morales
tocaría en otra Cervecería cercana, específicamente
en "Los Alisios".
Al
llegar el momento de la actuación, me dirigí
hasta dicha Cervecería, a media cuadra de donde
actuarían Los Zagalines, hablé con el Sr.
Enrique Gotera y le pedí por favor que me acompañara
a ver a esos gaiteritos, argumentándole que ellos
hacían una parodia de sus gaitas con Rincón
Morales, sin asomarle por supuesto, la sorpresa que le
aguardaba. El Sr. Gotera en un primer instante no me tomó
en serio, pero fué tanta mi insistencia que me
acompañó extrañado y lo hizo más
por curiosidad que por otra cosa. Logré ubicarlo
en un sitio privilegiado cerca de la tarima y previamente
le había dado instrucciones al "Catirito"
para que se esforzara en transmitir un sentimiento especial
cuando cantara la gaita dedicada al Fabuloso, Enrique
Gotera.
La sala estaba completamente llena y la euforia desbordada
y entonces comenzó la actuación espectacular
de eso niños, que hacían delirar a todo
el público presente y justo cuando el ambiente
estaba en su punto más excitante, le hice señas
al Padre Vilchez para que saludara a Enrique Gotera y
el curita astutamente comprendió el mensaje y lo
saludó muy deferentemente, gesto que agradeció
Enrique, sin sospechar que el anuncio que a continuación
haría el Sacerdote con Luis Germán Briceño
"El Catire Machete", era un testimonio genuino
de admiración, respeto y cariño que yo,
como compositor y ellos como gaiteros al fin, nos habíamos
propuesto a brindarle.
Enrique
Gotera, parado frente al escenario, se sentó de
un solo golpe como atontado cuando comenzó a escuchar
su gaita, quizás para atenuar el impacto que le
causó, no solo la interpretación y la soltura
del "catire", sino la acogida que tuvo la gaita
en ese momento tan emotivo y tan lleno de originalidad.
Mientras tanto, le seguía con emoción cada
una de sus reacciones del homenajeado y solo cuando le
vi deslizar dos lagrimas por su mejilla comprendí
lo que una persona siente cuando es apreciada y reconocida.
Enrique
se levantó al cabo de un rato y quiso pronunciar
algunas palabras de agradecimiento, pero la misma emoción
se lo impidió. Ya recuperado, me abrazó
y me agradeció los momentos vividos y me dijo entrecortado:
-
¡Jamás olvidaré esta noche!, pues
nunca me imaginé que tú me retratarías
de esa forma tan especial.-
Fue una de esas frases que guardo como un tesoro ya que
todavía, después de treinta años,
nadie, pero nadie más le ha dedicado una gaita
en homenaje a su hermosa trayectoria. Presumo que el Sr.
Enrique Gotera ha recibido infinidades de satisfacciones
en su vida, pero creo sin lugar a dudas, que la vivida
esa noche fue la más emotiva y también..¡La
más original!
Una
noche, que estimo nunca la ha olvidado,¡ Ni la olvidará
jamás!.