El Portal de la Gaita en Venezuela


JESUS “CHUCHI” BERMÚDEZ
Semblanza de un cantor

Larry Salgado Leal


Chuchi Bermúdez


Tal vez Jesús Bermúdez y su esposa Nancy. (él, escribidor de aires populares al compás de cuatro sencillo, ella, cantante anónima de agudos y hermosos matices vocales) nunca imaginaron que, fusionando sus dotes artísticas en un solo óvulo, recrearían pasajes que alguna vez soñaron ambos por separados.


“La vida te da sorpresas” dice el infalible Rubén. Naturalmente, este es el caso de esta pareja de zulianos, ocurrido con su primer hijo, Jesús “Chuchi” Bermúdez, que como Jesús, el Cristo, lleva su nombre y, también como Jesús, es primogénito. Vaya que estigma para triunfar.

Quienes lo conocemos desde sus inicios, sabíamos que el tipo iba a arrasar. No solamente canta y toca, sino que además es dueño de un sentido del humor extraordinario; cuenta chistes malos, pero causa gracia. Es uno de esos personajes con los que se puede compartir cualquier tipo de conversación, desde lo más banal hasta lo más trascendente.

Nunca olvidaré una anécdota que siempre cuento. En una oportunidad en que nos encontramos de común acuerdo para conversar algo sobre un proyecto que tenía en mente; me dice con cierta parsimonia -Larry, estoy armando una orquesta, pero tengo un problema- a ver, cual es el problema- le digo- que necesito un cantante- bueno supongo que serás tu, no?. No-respondió- el problema es que yo me Salí.

Jesús “Chuchi” Bermúdez, nació en San Carlos del Zulia el 04 de Agosto de 1964, comienza su carrera musical cuando sus condiscípulos del barrio, quizá, jugaban al “Escondido”, o tal vez a “Ladrones y Policías”. En los grupos de gaitas liceístas, era el primero en postularse y el primero también en ser elegido. Participo en varios festivales interliceistas y ganó varios premios como participante de los mismos.

Fue en el año ochenta. En la esquina del éxito, (se me antoja llamarle a cualquier lugar) donde el cazador más furtivo de talentos, El Presbítero Luís Guillermo Vilchez, el popular “Padre Vilchez”, lo descubre e imagino la frase de seguida, “Socio queréis cantar con los Zagales”, pero también la respuesta.”Si Padre”.

Tiene raza el hombre, los antecedentes materno-paternales no fallan. Sobrino de ese excelente cantautor gaitero como lo es Nerio Ríos, hermano mayor de su señora madre.

Con los “Zagales del Padre Vilchez”, trabaja durante tres largos años en los cuales fortalece su condición de cantante, vigilado por la inmensa sapiencia y estímulo pero también con la rigidez de ese tutor que aspira a que su pupilo sea el mejor en su tesis; sin duda el Maestro “Padre Vilchez”.

Chuchi, además de tener una voz de finos matices, y aguda afinación que solo al escucharlo cantar “Malagueña” por ejemplo, podemos corroborarlo; toca muy bien: cuatro, guitarra, bajo, escribe con mucho tino canciones muy hermosas cargadas de melancolía y alegría.

Siente admiración y mucho respeto por los amigos. Habla con orgullo y aire melancólico de Chavin (Jesús Terán).- Chavin fue uno de mis maestros y guía cuando trabajé con la “Universidad de la Gaita”.

Después de los tres años de formación musical con los “Zagales del Padre Vilchez”, empieza su peregrinaje por las diferentes agrupaciones de relevante importancia que aspiraban incluirlo en sus filas. Estrellas del Zulia, Rincón Morales, Cardenales del Éxito, Universidad de la Gaita, Gran Coquivacoa, etc.

El gusanillo de la capital es el talón de Aquiles de todo artista regional, nuestro personaje no escapo de él tampoco. Se vino a Caracas a petición de Nelly Ruiz, propietaria del grupo gaitero “Guasinca Zuliana” y graba con ellos un hermoso tema del insigne autor Enrique Hidalgo; “La Procesión de la Aurora” con el cual se da a conocer por el público capitalino, fomentando los mejores comentarios y elogios. Buen inicio para Jesús “Chuchi” Bermúdez en Caracas.

Sin embargo, regresa a Maracaibo atendiendo una oferta de Neguito Borjas, líder de “Coquivacoa”, la cual acepta y culmina después de tres años con algunos desencuentros entre él y Neguito.

Vuelve a Caracas con las maletas infladas de esperanzas y acude a una audición que solicitó a Betulio Medina para entrar a “Maracaibo 15”. El espaldarazo no se hizo esperar, la agrupación entera lo acogió y acobijo como un nuevo integrante de gran valía.

Después de esta etapa con “Maracaibo 15” donde Chuchi se destaca a tal extremo que otras agrupaciones solicitan sus servicios, el duende aventurero de todo artista le tocó y aceptó una oferta que le dispensó la agrupación “Todos Estrellas”, con la cual estuvo tres años. Luego intenta fundar su propio grupo y sale al ruedo con “happy Gaita”, muy bien va todo, hasta que en su buena fe toma la iniciativa de ayudar a otros gaiteros de su talla sin pensar que detrás de la puerta estaba la traición tocando o, mejor dicho “El perro muerde la mano de quien le da de comer”.

El pedigree de Chuchi se extiende con la llegada al mundo musical que soñaron Jesús y Nancy, de sus dos hermanos varones; Amador “chicho” y Carlos Javier Bermúdez, excelentes cantantes ambos y quiero hacer énfasis en el talento de Amador “Chicho” Bermúdez, pianista, cuatrista, guitarrista, bajista y cantante de los mejores a pesar de haber incursionado muy reciente en el canto.


 


Silmary Córdova
e Hijos

 

 

 


Gioxis Charline, Gianny Veruska,
Jesús Enrique y Sharon Daniela.

 

 

 

 


Chuchi con Maracaibo 15

 

 

 

 


Chuchi con Larry Salgado, Franquis González,
Alfonso Rodríguez y Jorge Medina

 

 

Debemos decir de este personaje que, no solo ha cantado y ejecutado la gaita; a finales de los ochenta incursiona dentro de la música Pop/Bailable con la agrupación “La Crema” del percusionista Juan Carlos “Bulú” Viloria, donde participa como voz líder, trabajando a diario en un famoso hotel Capitalino para luego irse a la caribeña Isla de Aruba, donde permanece por espacio de dos años, compartidos entre la banda “La Crema” y la Orquesta local (Aruba) “The Arubian Band”.

Jesús “Chuchi” Bermúdez, participó por último; en el proyecto llamado “Los Abusadorcitos” de “Moncho” Martínez, allí fungió de director general y autor de diferentes temas que grabó esta agrupación.

Tiene dos hermanas, según nos cuenta, Tibisay e Ingrid, al parecer cantan bonito pero no transitaron el camino de la música.

A lo largo de su carrera ha cosechado varios premios importantes en el ámbito Nacional, no solo como cantante sino también como autor y compositor. Entre otros cuenta en su haber con los prestigiosos Galardones: Mara de Oro y Águila de Venezuela.

Algunas de las composiciones de Chuchi Bermúdez han sido grabadas por grandes cantantes en el ambiente gaitero entre los que podemos mencionar, Argenis Carruyo, Bethulio Medina, Gustavo Aguado, Danelo Badell, Carlos Méndez, Argenis Sánchez, Carlos Delgado y otros más.

Está felizmente casado por segunda vez con Silmary Córdova, es padre de cuatro hijos: Gioxis Charline, Gianny Veruska, Jesús Enrique y Sharon Daniela.

Jesús Enrique, (no podía ser de otra manera) sigue los pasos de su padre, con sus doce años de edad ya canta y afina una sutil voz blanca y dulce, estudia piano y le gustan las mujeres bonitas. “es la herencia…del pueblo Maracaibero”… dice la gaita de Moisés.

Chuchi se autodenomina amigo de los amigos y fiel amante de la familia, quienes le conocemos estamos seguros que así es.

Para concluir debo decir que este artista donde llega “Prende la mecha”.

 

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